“Al pie de la letra.”
Un hombre viajaba tranquilamente en su coche. De repente, al entrar en una curva peligrosa, se encontró con otro coche, que salía de ésta dando volantazos y viniendo hacia él de manera muy peligrosa. Al pasar a su lado casi rozando, su conductor gritó:
-¡Cerdo!
El
primer hombre, indignado, le respondió con otro insulto y continuó como pudo,
entrando en la curva con dificultades. Pero, al salir de ella, se encontró de
inmediato con un enorme cerdo que no pudo esquivar y al que golpeó, saliéndose
de la carretera y quedando tirado en la cuneta.
Laureano Benítez Grande-Caballero.